ACTUALIDAD42 URDULIZ
Bitácora de un piscinero
Miguel, 33 años y natural de Maracay, Venezuela, aterrizó hace años en España buscando mejorar su vida y la de su pareja. Ahora años después, y siendo ya 4 en la familia apuesta por la programación para mejorar su situación. Pasen y lean el bitácora de este candidato, es emocionante.
En un país no tan lejano llamado Venezuela se marcó mi rumbo de quién soy y dónde estoy. Abandoné los estudios de bachiller de manera momentánea para entrar a trabajar en un canal de televisión, lugar que consideré mi primera escuela y mi primer segundo hogar por redundante que parezca. Esto me llevó a las ganas de culminar mi educación básica e incursionar en los estudios universitarios donde me especialicé en publicidad y diseño gráfico. Siempre con esa ganas e ímpetu de aprender en el camino, entre en el mundo de la web por complacer a unos amigos que deseaban su propio negocio de fotografías en el internet. Entre frontpage, dreamweaver y flash me lleve montones de golpes, donde solo en foros de la web conseguía a veces la ayuda necesaria, aunque muchas veces ni siquiera lograba entenderla. Y ahí llegó a mi vida un miedo irracional, y no precisamente a las serpientes; tenía miedo a la programación. Años después wordpress llegó a mi vida donde pensé que jamás me volvería enfrentar a ese monstruo lleno de códigos y algoritmos, pero estaba totalmente equivocado. Como siempre mis locas y absurdas ideas rompían los límites del sistema y me obligaban a tocar las entrañas de lo desconocido.
Llegué a Bilbao, en el fabuloso País Vasco con 28 años, una esposa, una bebe de 1 año de edad y con muchos sueños e ilusiones de cambiar nuestra vida. Alejado totalmente de una computadora y de mi amado Adobe, me tocó entrar en un mundo donde jamás me ví. La cocina, el lienzo se había convertido en una parrilla, y la barra de herramientas ahora tenía diferentes colores y olores. Siempre deseando volver a lo que me gustaba, con mi cabeza llena de ideas y proyectos que solo yo entendía, me daba cuenta que solo un verdadero monstruo era capaz de crear algo parecido. Necesitaba dinero para poder contratar personas valientes y capaces de enfrentarse a él, verdaderos guerreros y guerreras que pudieran convertir mis locas ideas en una realidad; pero no era posible, no contaba con ello.
Entre charlas y tertulias del día a día en el trabajo una compañera y amiga, comenzó hablarme de la programación y las oportunidades labores que representaba. El monstruo me persigue. Le hable de mi temor, pero esta vez una sonrisa picara en el rostro de mi amiga me decía que había algo más, que no había terminado la conversación. Y allí de la nada en aquella heladería del casco viejo, salió una pregunta que posiblemente haya cambiado mi vida. “¿Has oído sobre 42 Urduliz?”
Una filosofía diferente, que es algo distinto.. ¿Podría ser 42 Urduliz “la respuesta” o es solo un mito? Pasó un tiempo desde aquella conversación, tanto que ya no éramos tres en casa, ahora éramos cuatro y yo con el paradigma de que por tercer año consecutivo recibía un año nuevo en el desempleo. Y dentro de esa oscuridad, como Batman enfrentándose a sus pesadillas, abrí la web de 42 y di el primer paso para llegar a donde me encuentro hoy.
Después de más de 20 paradas del metro llegué a Urduliz para comenzar mi primer día de piscina, y aunque no iba en traje de baño, me sentía totalmente desnudo y acobardado. Y los rostros de mis compañeros reflejaban que estaban sintiendo exactamente lo mismo que yo. Parecía que estaba por comenzar una sala de escape, o que entrabamos a la primera edición del juego del calamar en nuestras tierras. Misterio y suspenso que duró poco, cuando tuvimos nuestro primer contacto con la computadora y empezamos a ver cosas parecidas a lo que creíamos nosotros que estábamos allí. El primer día de piscina comenzó con un silencio rotundo en ese aquel piso 7, silencio que murió a horas de la tarde cuando ya sabíamos el nombre de nuestros compañeros sentados a cada lado, y el miedo y la timidez se estaban esfumando.
Para el segundo día comenzamos a comprender de qué iba esto de 42, y que su filosofía “Up 2 You” nos quedaría plasmada como un tatuaje para el resto de nuestra vida. En un segundo día yo era capaz de escribir líneas de códigos; si es cierto, y muchos de mis compañeros se habían convertido en profesores; solo dos días habían pasado, ¡solo 2!.
En 42 me estaba dando golpes con ese monstruo, pero esta vez no tenía que consultar a ningún foro en la web, me encontraba en dicho foro con otros como yo, dándose exactamente los mismos golpes, como soldados en guerra llevándonos en hombros.
A 50 minutos de mi casa, en una torre espectacular con vistas maravillosas, quince años después había encontrado mi segundo, segundo hogar, convirtiendo el miedo en ilusión, aprendiendo a enfrentarme a ese monstruo llamado programación y ¿por qué no? convertirme en ese caballero que tanto había necesitado. Llegué a 42 para cambiar mi vida y la de mi familia y no me iré de aquí hasta conseguirlo.
At.. Un orgulloso futuro estudiante de 42
Miguel Conde
Si tu también quieres probar 42, vencer tus miedos y aprender en un entorno nuevo, atractivo y diferente, no dudes en apuntarte en 42 Urduliz y reserva una fecha: Próxima piscina 10 de octubre 🍍